viernes, marzo 25, 2011

La huella de Carmela

¿Qué huella vamos a dejar los humanos en este planeta? ¿Cuántas toneladas de basuras y residuos generamos cada día?
No siempre ha sido así y aún hoy queda gente que vive de otro modo, más en paz con su mundo. He aquí un video genial realizado por Evelin Navarro para el II Festival de Cortos "La luciérnaga encendida":





A.M.R.

3 comentarios:

Inma dijo...

Ni periquillo ni señor don Pedro. A mí me encantaría vivir una vida tranqui, sin prisas, y todo aquello de Horacio y fray Luis de la vida retirada, pero no me haría gracia tener que pasarme el día dándole refriegas en la tabla de lavar a un trapo para que se quede esclarecido y lo del frigorífico, en Granada, en pleno Julio, no sé si funcionaría o habría que avisar a algún técnico en no sé qué, porque las ñoras se quedarán sequitas, pero ya me imagino el trozo de tocino, todo agusanado y tampoco me hace gracia. en fin, que en todos los paraísos hay cosas buenas y cosas no tan buenas.

ManzRu dijo...

Inma, estoy de acuerdo contigo en que yo tampoco renuncio a las grandes ventajas que el progreso ha traído a nuestras vidas. Como mujer, no me cambiaría por ninguna otra época de la historia.
Creo que no en balde los mayores progresos en la consecución de la igualdad y el avance en los derechos de la mujer coinciden con los mayores progresos en tecnología y ciencia. Ver a una mujer lavando a mano con jabón casero es una escena idílica en cuanto a la sostenibilidad del medio ambiente, pero si esa mujer no debe lavar sólo su propia colada, sino la ropa de una familia numerosa, incluyendo ahí ropa de trabajo, pañales, etc. lavar a mano no es tan “sostenible” para sí misma, para su vida, para su independencia económica, laboral y vital.
Y no sólo era lavar a mano, también fregar, cocinar, hacer la compra a diario (dada la ausencia de mecanismos de conservación para alimentos perecederos), etc. etc. Todo eso pesaba sobre las espaldas de la mujer, así que poco tiempo le quedaba para sentarse al sol.
Sin embargo, creo que el vídeo es más metafórico que literal. Es una llamada de atención sobre cómo el ser humano ha perdido el “contacto” real con el mundo en el que vive.
Viendo el mundo, ya casi extinto, en el que vive la protagonista, nos damos cuenta de que la vida podría ser más sencilla y más sostenible para todos.
A.M.R.

Pablo Alcázar dijo...

Conmovedor,Ana.