sábado, junio 19, 2010

Poema a un guardameta

En la entrada anterior ya ha quedado en evidencia que el fútbol, así como otros deportes, ha sabido inspirar a narradores e, incluso, poetas. Como simple muestra, he aquí un poema de Miguel Hernández, poeta de cuyo nacimiento ahora se celebra el centenario, así que me ha parecido muy oportuno combinar esta referencia al fútbol con los versos del actualmente homenajeado Miguel.
El poema está dedicado al "guardameta" (¡qué bonita palabra! no como ese prosaico "portero", que parece empleado de finca urbana más que deportista de élite) de un equipo local.

A Lolo, sampedro joven en la portería del cielo de Orihuela.

Elegía al guardameta

Tu grillo, por tus labios promotores,
de plata compostura,
árbitro, domador de jugadores,
director de bravura,
¿no silbará la muerte por ventura?

En el alpiste verde de sosiego,
de tiza galonado,
para siempre quedó fuera del juego
sampedro, el apostado
en su puerta de cáñamo añudado.

Goles para enredar en sí, derrotas,
¿no la mundial moscarda?
que zumba por la punta de las botas,
ante su red aguarda
la portería aún, araña parda.

Entre las trabas que tendió la meta
de una esquina a otra esquina
por su sexo el balón, a su bragueta
asomado, se arruina,
su redondez airosamente orina.

Delación de las faltas, mensajeras
de colores, plurales,
amparador del aire en vivos cueros,
en tu campo, imparciales
agitaron de córner las señales.

Ante tu puerta se formó un tumulto
de breves pantalones
donde bailan los príapos su bulto
sin otros eslabones
que los de sus esclavas relaciones.

Combinada la brisa en su envoltura
bien, y mejor chutada,
la esfera terrenal de su figura
¡cómo! fue interceptada
por lo pez y fugaz de tu estirada.

Te sorprendió el fotógrafo el momento
más bello de tu historia
deportiva, tumbándote en el viento
para evitar victoria,
y un ventalle de palmas te aireó gloria.

Y te quedaste en la fotografía,
a un metro del alpiste,
con tu vida mejor en vilo, en vía
ya de tu muerte triste,
sin coger el balón que ya cogiste.

Fue un plongeón mortal. Con ¡cuánto! tino
y efecto, tu cabeza
dio al poste. Como un sexo femenino,
abrió la ligereza
del golpe una granada de tristeza.

Aplaudieron tu fin por tu jugada.
Tu gorra, sin visera,
de tu manida testa fue lanzada,
como oreja tercera,
al área que a tus pasos fue frontera.

Te arrancaron, cogido por la punta,
el cabello del guante,
si inofensiva garra, ya difunta,
zarpa que a lo elegante
corroboraba tu actitud rampante.

¡Ay fiera!, en tu jaulón medio de lino,
se eliminó tu vida.
Nunca más, eficaz como un camino,
harás una salida
interrumpiendo el baile apolonida.

Inflamado en amor por los balones,
sin mano que lo imante,
no implicarás su viento a tus riñones,
como un seno ambulante
escapado a los senos de tu amante.

Ya no pones obstáculos de mano
al ímpetu, a la bota
en los que el gol avanza. Pide en vano,
tu equipo en la derrota,
tus bien brincados saques de pelota.

A los penaltys que tan bien parabas
acechando tu acierto,
nadie más que la red le pone trabas,
porque nadie ha cubierto
el sitio, vivo, que has dejado, muerto.

El marcador, al número al contrario,
le acumula en la frente
su sangre negra. Y ve el extraordinario,
el sampedro suplente,
vacío que dejó tu estilo ausente.

Miguel Hernández

2 comentarios:

Anónimo dijo...

32 años vivió el amado poeta, fueron años de luz, de amor, de hermosura y de tristeza final.

En elegía a Ramón Sijé su corazón decía:

“Tanto dolor se agrupa en mi costado
Que por doler me duele hasta el aliento”

Tengo estos versos grabados a fuego en el alma.

Pero ya ves, te encuentro y aprendo algo nuevo, quizá esa sea la esencia de la verdadera amistad generosa, no conocía el poema, y ha sido tan delicioso disfrutar de él.

He buscado, te comenté que amo los libros y seguro que estás segura de que a estas alturas de mi vida tengo unos cuantos, pero a veces el destino nos reserva joyas para que las encontremos cuando realmente las valoremos en su justa medida, por eso seguro que siempre habrá pasado desapercibido este poema a mis ojos.

Me ha puesto triste el hecho de que de todos los poetas importantes del que menos tengo es de Hernández, pero como tengo que bajar a por un par de libros de cine me agenciaré una antología como dios manda.

Gracias ha sido muy bonito lo que has hecho, ya sería demasiado perfecto que una mujer tan especial, como intuyo que eres encima, fuera toda una forofa.

Sé por experiencia que mujer y futbol no es buen binomio, por eso te doy las gracias en nombre de todos los futboleros por regalarnos tanta belleza en medio de un mundial y más en estos días que necesitamos más que nunca la esperanza.

Y que mejor esperanza que el que una mujer tan sensible como tú cuelgue un poema de futbol, ahora sí que estoy convencido de que vamos a ganar el mundial.

ManzRu dijo...

Josecb, muchas gracias por tus palabras que me halagan.
Sí soy "forofa" pero de la poesía, no tanto del fútbol. Del fútbol podría decirse que soy "forofa circunstancial". Cuando está en juego algún equipo local (muy local) o cuando por el contrario, como ahora, se trata de que "entre en lid" la selección española, entonces sí que me "engancho".
Te confieso que el día del partido de España contra Suiza estaba sola ante el televisor: mi compañero con sus libros, la prole con sus juegos, y yo sufriendo, sola e incomprendida, ante lo inexplicable. Así pues tampoco es cierto el tópico de que el fútbol sea más cosa de hombres que de mujeres. Ya ves! La vida te da sorpresas :-)
Una de entre 6