jueves, enero 22, 2004

Recuerdo que fuimos niños

Creo que alguien sutilmente ha insinuado que deberia escribir algo en nuestro blog. Lo que a veces me ocurre es que veo las fantásticas intervenciones de Inma y no veo en condiciones de superarlas y eso me hace tener más reparo... Por otra parte, Ani deberias escribir aqui todoas esas fábulas y cuentos INTERESANTÍSIMOS con los que atiborras nuestros e-mails... siempre lo pienso. Al menos yo entro cada día y admiro los cambios que hace nuestra "webmaster" Inma.
Ahora voy a copiar un poemita mío, ese que ya está mas visto que el hilo kaki. Que os lo sabreis ya de memoria, pero que dice muchas cosas de mi, porque cada vez que lo leo recuerdo aquellos muros blanquísimos del jardín de la Casa de Nazaret, con aquellas enorme enredadera de bugambillas rojas que se metían en la casa revoloteando con el viento y aquella otra de florecitas celesates que como se pegaban a la piel nos poniamos de pendientes. Cuando llovía las bugambillias se empapaban de gotas de lluvia y despues de la lluvia jugábamos bajo los ramos de flores y los movíamos para ver como caía agua (esa imagen nunca se me olvida). Después jugábamos en la "plazoleta de las monjas", donde un día pillé pulgas junto a la reja de la gruta de la Virgen, y tuve que esperar a que mi madre me rociara de insecticida en la calle en paños menores mientras mis hermanas (crueles) me miraban por las ventanas y se reían gritándome "hasta que no se te vayan las pulgas no entres"... que momento más decepcionante en mi vida... también lanzábamos a posta el balón al convento para tener escusa para entrar en los jardines o bien saltando la reja o directamente pidiendo permiso y por la puerta... nos parecía muy divertido (la verdad no se porqué). Pues bien, ahí va el poema que seguro todos recordais:

FUIMOS NIÑOS
Recuerdo que fuimos niños
y jugamos en la calle
después de la seca lluvia
que caía tras los cristales.
Y bajo los grandes ramos
de tupidas bugambillas
todavía llovía rocío
tras aquellas tardes lilas.
Árboles y jardines
recuerdan todavía
los niños correteando
y así toda la vida.
Quisiera volver a entonces,
poder mirar hacia arriba
y ver las más bellas nubes
que nuestro cielo cubrían,
o ver el Sol ocultarse
tras un soleado día,
sentir que fuimos niños
y lo somos todavía.
flores

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