jueves, enero 22, 2004

Cuento

Erase una vez un pueblecito argentino, donde las gentes se levantan antes que el sol y a las 10 de la mañana el día está a punto de terminar. Miren ustedes que casualidad que mi historia tiene luegar justo a esa hora, a las 10 de la mañana y fíjense también, en que los hechos transcurren en ese mismo pueblecito.
Se encontraban los lugareños en pleno rendimiento, de aqui me levanto, aqui me siento, cojo mi bicicleta y me doy una vuelta a ver a mi vecino de la casa de al lado...la vida trascurría sin mas complicación que la de ir a buscar el agua al pozo. De repente, ¡zas! una nave espacial cae en la puerta de Alberto José Armando, todos atónitos, bajo la sombra de un algarrobo, miraban el fenómeno extraterrestre, se miraban entre si, y miraban la nave espacial, se volvian a mirar y miraban la nave, que inmovil les esperaba allí "anca" Alberto José Armando de Jesús.
Los lugareños seguían en sus quehaceres, unos siguieron roncando, otros hablando de lo dura que era la vida, de lo malos que son los políticos, de lo rico que es la grillada de chancho...Pero el alcalde, que era un hombre de espíritu aventurero, por eso lo eligieron alcalde, decidió levantarse, se dirigió hacia la nave que aún estaba calentita y que desprendía un fuerte olor a azufre, la miró y la requetemiró, sin tocar, claro está. Pudo ver una plaquita plateada en la que en un lenguaje extraño aparecía un mensaje. LLamaron al que sabía leer y dijo: Sin duda se trata de un fenómeno extraterrestre, esta grafía no es castellano.
- ooooooooohhhhhhhhhh!!!- dijeron los allí presentes.
Tras mucho reflexionar el alcalde, que era un hombre de contactos, se puso en idem con la policía, quién rápidamete apareció 6 horas después: - a ver, a ver, ¿que ocurre aqui?- preguntó el poli que se bajó primero del auto.
- pues mire usted señor poli, que estábamos aqui, en nuestros quehaceres diarios y ha venido hasta la casa de Alberto José Armando de Jesús esta nave espacial.
- ¡nave espacial!, ¿donde está la tripulación?- preguntó el poli
- mire usted señor poli que tripulación, lo que se dice tripulación no habia- contestó el intelectual- ahora que lo que si hay es un mensaje en extraterrestre.
- vamos a ver, ¡ mira que ahora con la navecica tener que desplazarse por una nave extraterrestre!- murmuraba el poli, quien dirigiendose a su compañero le dijo- a ver tú, ven aqui, acércate y mira si hay vida humana ahí adentro, ve haciendo algo¿ no estás en prácticas?¿ehh?,¡¡¡ pues practica!!!
- Señor!! - dijo el policía en prácticas, dede la nave- efectivamente, debemos proceder a la notificación a Comisaría, de la caida a tierra de un Objeto Volador No Identificado.
Se encontraban realizando los trámites oportunos los señores policías, las gentes seguían con su vida normal, de vez en cuando alguien que pasaba por delante le echaba un ojo a la nave y entre la quincena de viandantes que tuvieron el corage de pasar delante de la nave espacial, pasó una señora que se preguntaba por qué estaría la policia velando un trozo del satélite italiano Bepposax.


Que este cuento os sirva para pensar. Luisa Mª.
(ánimo Ani con las oposiciones) mariposa

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