"Ruego a los dioses que los planes acordados alcancen el éxito [se refiere a una recién firmada alianza con una ciudad enemiga]. Por lo que a mí concierne, me importa tanto este país como a vosotros, pero me aflijo y mucho me acongoja toda la política de la ciudad, porque veo que siempre tiene malos gobernantes. Y alguno, con un poco de suerte, puede ser bueno un día, pero es malo diez; y si se le encomienda el gobierno a otro, comete aún más fechorías. Mas, por cierto, no es fácil meter en vereda a unos hombres difíciles de contentar como vosotros, que receláis de los que desean quereros y suplicáis de continuo a los que no están dispuestos a hacerlo… Pues bien, sois vosotros, pueblo ateniense, los culpables de todo eso, pues vivís a costa del erario público y cada quisque en particular mira y remira en qué puede obtener beneficio, mientras lo común va dando bandazos como Ésimo el cojo. Con que, si me hacéis caso, podréis salvaros todavía: yo afirmo que es preciso que nosotros pongamos el gobierno en manos de las mujeres, pues también en nuestra casa se ocupan del gobierno y la administración. Que son de mejor manera de ser que nosotros os lo voy a demostrar: en primer lugar, todas sin excepción bañan la lana en agua caliente según la antigua costumbre, y no se las verá haciendo innovaciones. En cambio, la ciudad de los atenienses, aunque un sistema le fuera bien no se salvaría sin dar vueltas y vueltas afanosamente en busca de cualquier pijadita novedosa… Así pues, pongamos en sus manos el gobierno y basta ya de charla. Y no intentemos enterarnos de qué piensan hacer, sino, sencillamente, dejémoslas gobernar, teniendo en cuenta tan sólo esto: en primer lugar, que por ser madres desearán ardientemente preservar a los soldados; además ¿quién les enviaría provisiones antes que la madre que los parió? Para sacar dinero nadie más listo que las mujeres y una vez en el poder no se dejarán engañar nunca, porque ellas están muy acostumbradas a engañar ¿Para qué seguir? Hacedme caso en lo que os digo y viviréis felices el resto de vuestra vida."
["La asamblea de las mujeres" Aristófanes.
Traducción de L. M. Macia Aparicio para la editorial Gredos, 1993]
Recordatorio: Estas palabras, que aparecen en el contexto de una comedia, fueron escritas hace 26 siglos (!).
Reflexionemos : 1º sobre los posibles paralelismos de la situación política que describe con el mundo actual y 2º sobre la consideración que se le otorga a la mujer (aunque claro que en ese contexto cómico no todo lo que se le adjudica son valores positivos pero además del efecto cómico buscado téngase en cuenta que son frases escritas 5 siglos antes de Cristo).
Conclusión: a los clásicos hay que leerlos o releerlos, sin falta. En ellos está todo.
1 comentario:
Llevo mucho tiempo pensando que si las mujeres hubieran accedido a los gobiernos del mundo otro gallo nos hubiera cantado a la humanidad. Pero si alguna vez ocurre esto debe ser sin perder sus cualidades de mujeres, quiero decir que no deben de ser mujeres representando el papel de hombres pues eso sería todavía peor que lo que ya tenemos.
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