Esto de que haya otros mundos no sé por qué nos debe extrañar ahora tanto, si ya en Espacio 1999 quedaba totalmente claro, y desde entonces nadie lo dudó (al menos yo no lo dudaba, a mí me convencieron por completo).
Lo malo es que me parece a mí que esto de que haya más planetas sólo va a servir para que haya más deseos de conseguir lo que no tenemos y 'otros' tienen o ¿lo verán ciertas personas como un premio de consolación?, ya sabeis, ahora que hay más planetas, podemos destruir este con más tranquilidad, no importa, de todas formas, siempre podemos invadir otro, ¿no?
(esperemos que los habitantes de los otros planetas no tengan la mente tan retorcida que tengo yo).
(I.M.R. desde La Plata, Argentina)
Planetas como la Tierra podrían ser comunes, según un estudio
WASHINGTON (Reuters) - Planetas parecidos a la Tierra cubiertos con océanos profundos que podrían albergar vida podrían encontrarse en hasta una tercera parte de los sistemas solares descubiertos fuera del nuestro, dijeron investigadores estadounidenses el jueves.
Estos sistemas solares contienen gigantes gaseosos conocidos como "Júpiters Cálidos", que orbitan extremadamente cerca de las estrellas a las que pertenecen, incluso más cerca que Mercurio o nuestro sol, dijo el investigador
de la Universidad de Colorado Sean Raymond.
Los planetas gaseosos de órbita cercana pueden ayudar a impulsar la formación de planetas rocosos más pequeños como la Tierra, dijeron en la revista Science.
"Ahora pensamos que hay una nueva clase de planetas cubiertos de océanos y posiblemente habitables en sistemas solares diferentes al nuestro", dijo Raymond en un comunicado.
El equipo de la Universidad de Penn State, Colorado y el Centro de Vuelos Espaciales Goddard de la NASA en Maryland realizaron simulaciones informáticas de varios tipos de formaciones de sistemas solares.
Los gigantes gaseosos podrían ayudar a formar planetas rocosos cerca de soles y podrían ayudar a atraer cuerpos helados que proporcionan agua a los jóvenes planetas, según los investigadores.
"Creo que hay definitivamente planetas habitables ahí fuera", dijo Raymond. "Pero cualquier vida de esos planetas podría ser muy diferente a la nuestra. Hay muchos pasos evolutivos entre la formación de planetas así en otros sistemas y la presencia de formas de vida devolviéndonos la mirada".
Hasta el 40 por ciento de los alrededor de 200 planetas conocidos alrededor de otras estrellas son Júpiters Cálidos, dijeron los investigadores.
4 comentarios:
Francamente, lo que más me ha impresionado de este "post" es la referencia a aquella mítica serie de televisión "Espacio 1999" ¡Qué recuerdos han asaltado mi mente! Aquellos astronautas ocupantes de la base lunar Alpha perdidos en el espacio a causa de una serie de explosiones atómicas en la Tierra en septiembre de 1999 que empujan a la Luna fuera de su órbita... Qué lejano parecía entonces el año 1999 y hace ya 7 años que lo dejamos atrás.
Pero pasando al otro tema ¡qué empecinamiento en buscar otros mundos en el universo cuando aún ignoramos casi todo de este mundo nuestro, cuando aún nos queda tanto por aprender de nosotros mismos!
Siempre me ha fascinado el cosmos, creo que desde cierta noche de verano en que me hallaba yo tumbado, contemplando el cielo estrellado, mientras escuchaba la canción de Pink Floyd "Shine on your crazy diamond", del album "Whis you were here",usada por J. Quintero en sus programas. Es una experiencia casi mística que recomiendo experimentar (aún es verano!!)
Volviendo al tema, permitidme que haga una segunda recomendación: buscad los subespacios, los microespacios que sí tenemos a nuestro alcance, palpables, visibles y que sin embargo no vemos; coged una lupa, o una cámara y fotografiad en macro, con lentes que os abran esos inframundos que nuestra vista no es capaz de percibir, pero que están en cualquier parte, en una superficie pétrea, en el fregadero tras lavar los platos, qué se yo, en lo más ínfimo, leve y vulgar vais a encontrar verdaderos espacios desconocidos que vienen a ser como "unidades de medida de nuestro propio planeta". Puede que esa belleza escondida, lo infraleve, sea la esencia de nuestro propio mundo.
Cuánta razón tienes. En la más ínfima partícula, en la más mínima molécula, anida toda la complejidad del universo.
Explorar el macrocosmos está bien pero es un contrasentido hacerlo cuando ignoramos qué tenemos justo aquí al alcance de la mano o bajo nuestros pies, como la famosa anécdota sobre Tales de Mileto que transmite Diógenes Laercio. Cuenta Diógenes que en una ocasión que estaba Tales observando las estrellas se cayó en un hoyo del camino, y cuando se quejó de la caída, le dijo una vieja: «¡Oh, Tales, tu presumes de ver lo que está en el cielo, cuando no ves lo que tienes a los pies!»
En esta época nuestra somos más propensos que nunca de cometer ese error en el que ya entonces incurrió Tales.
Sí, es cierto, deberíamos empezar por conocernos nosotros mismos, que en este caso no es precisamente empezar por lo más pequeño, pero si hasta Tales cometía el error, qué se va a esperar de nosotros, tristes mortales...
En cuanto a lo de mirar el cielo una noche de verano, como dice José Ángel (me hiciste recordar Cabo de Gata hace muchos, muchos años y el mes de agosto), es realmente una experiencia que debería tener todo el mundo, porque es también una forma de experimentarnos a nosotros mismos: te sientes tan pequeño en esa inmensidad, que, paradójicamente, comprendes qué grandes que somos.
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