Lo más importante que aprendí a hacer después de los cuarenta años fue a decir no cuando es que no.
(Inma)
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Hace 2 años
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El Albaicín. Sentarse en la Plaza de Carvajales y sumergirse en la belleza.
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3 comentarios:
Flor:
De regalo de cumpleaños, un comentario en tu blog.
Veamos... tal que así:
É mú bonito, sí, sí, mú bonito
Felicidades!
Querida "Anónima": te he pillado!
Con un comentario como ese no te me escapas. Aún así muchas gracias por decidirte a escribir algo por aquí.
Estoy convencida de que en lo sucesivo se te ocurrirán cosas más originales.
En cuanto a la frase de García Márquez es muy cierta. La importancia de saber decir no cuando queremos decir no sólo es comparable a saber reinvindicar lo que realmente necesitamos cuando lo necesitamos.
Cuando somos bebés o niños chiquitos, tenemos claro lo que queremos y lo que no. Si un bebé no quiere comer algo, moverá la cabeza, cerrará la boca... lo que sea pero es difícil que se lo coma. Y si tiene hambre o sed llorará o gritará hasta hacerse entender, pero de ningún modo se "aguantará" su sed.
Después somos "educados" que es como ser un poco "amaestrados" y entran en juego las normas de etiqueta y de la buena educación, con lo que acabamos tragando ruedas de molino. Más tarde, llegados a una edad, volvemos de nuevo a saber detectar nuestras verdaderas necesidades y deseos y comprendemos la importancia de saber defenderlos.
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