Se cumplen hoy 70 años del fusilamiento de un escritor, dramaturgo, pintor…, en una palabra un “poeta” en el pleno y original sentido de la palabra: un creador.
Puede parecer que en los últimos días sólo traigo a este blog referencias a la muerte. En esta ocasión no quiero hablar de la muerte del genio. Bastante ya se comentan estos días las posibles "razones" de este crimen (política, homofobia y rencillas familiares) y se debate la exhumación de sus restos. Pero digo que no quiero hablar de muerte sino de vida porque, si hace 70 años un grupo de hombres asesinó, junto a un olivo en un barranco entre Alfacar y Víznar, a Federico García Lorca el hombre, el poeta y el mito siguen vivos y vigentes ya para siempre.
Lejos de aquel barranco, Lorca antes y siempre vivirá en sus versos.
(Ana M.R. Granada)
ES VERDAD
¡Ay qué trabajo me cuesta
quererte como te quiero!
Por tu amor me duele el aire,
el corazón
y el sombrero.
¿Quién me compraría a mí
este cintillo que tengo
y esta tristeza de hilo
blanco, para hacer pañuelos?
¡Ay qué trabajo me cuesta
quererte como te quiero!
I. POEMAS DE LA SOLEDAD EN COLUMBIA UNIVERSITY
1. VUELTA DE PASEO
Asesinado por el cielo,
entre las formas que van hacia la sierpe
y las formas que buscan el cristal,
dejaré crecer mis cabellos.
Con el árbol de muñones que no canta
y el niño con el blanco rostro de huevo.
Con los animalitos de cabeza rota
y el agua harapienta de los pies secos.
Con todo lo que tiene cansancio sordomudo
y mariposa ahogada en el tintero.
Tropezando con mi rostro distinto de cada día.
¡Asesinado por el cielo!
(F. García Lorca, 1910)
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